- La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales considera que la creación de la ‘Fundación Memorial 3 de Marzo’ es una muestra de que la voluntad política ha sido siempre firme
- “Ahora queda trabajar en un proyecto de memorial que debe sustentarse sobre cuatro pilares: verdad, memoria democrática, derechos humanos y centralidad de las víctimas”
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Nerea Melgosa, ha señalado hoy que “la verdad y la memoria democrática son hoy el mejor reconocimiento a las víctimas”. Lo ha hecho en el homenaje a las víctimas de los Sucesos del 3 de marzo en Zaramaga. Con una ofrenda floral realizada en la Plaza 3 de Marzo, la consejera ha recordado en especial a José Castillo García, Bienvenido Pereda Moral, Romualdo Barroso Chaparro, Francisco Aznar Clemente y Pedro María Martínez Ocio, las cinco víctimas mortales de los Sucesos ocurridos en la capital vitoriana tal día como hoy en 1976.
Tras la reciente constitución de la Fundación Memorial 3 de Marzo, la consejera ha resaltado que “el futuro Memorial 3 de marzo responde a un anhelo ampliamente sentido por los y las gasteiztarras”, y que es “un proyecto compartido: de las instituciones, el Obispado, las víctimas y la iniciativa social”. Según ha agregado Melgosa, “la creación de la Fundación es una muestra de que la voluntad política ha sido siempre firme”.
“Ahora queda trabajar en un proyecto de memorial que debe sustentarse sobre cuatro pilares: verdad, memoria democrática, derechos humanos y centralidad de las víctimas”, ha insistido.
La consejera Melgosa ha estado acompañada por Josean Rodríguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación y Miren Aintzane Ezenarro Egurbide, Directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos - Gogora.
La fecha del 3 de marzo de 1976 está marcada en la memoria de Vitoria-Gasteiz y de las y los vitorianos, como la propia consejera Nerea Melgosa, que contaba con 5 años de edad en marzo de 1976.
Los conocidos como sucesos de Vitoria llegaron pocos meses después de la muerte del dictador Francisco Franco. Ese 3 de marzo de 1976 se convocó una jornada de huelga y miles de trabajadores y trabajadoras se encontraban en las inmediaciones de la iglesia de San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga, dónde querían celebrar una asamblea. Sobre las cinco de la tarde, efectivos la Policía Armada desalojaron el templo lanzando gases lacrimógenos al interior de la iglesia, provocando pánico. Mientras la gente salía de la iglesia dispararon fuego real y pelotas de goma.
Resultaron heridas centenares de personas y cinco de ellas murieron: José Castillo García, Bienvenido Pereda Moral, Romualdo Barroso Chaparro, Francisco Aznar Clemente y Pedro María Martínez Ocio, que tenían de 17 a 32 años de edad.