- Ante más de 400 jóvenes, la consejera ha subrayado “el potencial pedagógico que tiene la memoria para el desarrollo del pensamiento crítico”
La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha dado la bienvenida esta mañana en el Auditorio del BEC de Barakaldo a las más de 450 personas congregadas hoy allí: estudiantes de secundaria, docentes y víctimas del terrorismo y la violencia de persecución por parte de ETA.
María Jesús San José se ha dirigido al alumnado para recordar el sentido de la jornada de hoy “el objetivo es que tengáis claras las consecuencias de perder la pluralidad y los valores democráticos”.
En este sentido, la consejera ha dicho que es un eje central del Departamento de Justicia y Derechos Humanos “por el potencial pedagógico que tiene la memoria para el desarrollo del pensamiento crítico”. “En un contexto global de desprecio creciente a los valores democráticos y a los derechos humanos, es clave que toméis conciencia de lo que las consecuencias que tiene para las personas individualmente, y para la sociedad en su conjunto, el uso de la violencia con fines políticos, la no tolerancia y la imposición de visiones monolíticas de la realidad”.
“A la vista está que la sociedad vasca está preparada para mirar a su pasado sin miedo y confrontarlo con claridad, sois la mejor muestra de ello” ha añadido la consejera.
Con su intervención ha arrancado la jornada ‘30 años de la Socialización del Sufrimiento. Una conversación entre víctimas y jóvenes’ organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos. En el escenario, tres estudiantes de secundaria y tres víctimas, acompañadas por Dani Álvarez, periodista encargado del desarrollo de la jornada.
Han participado Sara Buesa, hija de Fernando Buesa, vice lehendakari del Gobierno Vasco asesinado por ETA, junto a su escolta Jorge Diez, en el año 2000; Itziar Aspuru, quien tiene una larga trayectoria como activista por la paz en Gesto por la Paz- Euskal Herriko Bakearen Aldeko Koordinakundea; y Joxemari Mitxelena, quien se vio obligado a abandonar su pueblo, Oiartzun, renunciando también a su cargo de concejal debido a las amenazas y la persecución sufrida.
Junto a ellos, tres estudiantes de Primero de Bachiller: Ander Benítez de San Pelayo Ikastetxea de Ermua, Adrián Losada del Instituto Unamuno de Bilbao y Ane Marín de Lauaxeta Ikastola de Amorebieta-Etxano.
En el público, en torno a 450 alumnos y alumnas, provenientes también de otros centros educativos de Bizkaia: Colegio Bizkaia, Lauro Ikastola, Begoñazpi Ikastola y Colegio Europa. Con ellos, una decena de familiares de víctimas mortales y víctimas de la violencia de persecución de ETA. Mari Carmen Hernández, Gabriel Portell, Nerea Barrios, Abel Uceda, Dori Monasterio, y Pedro Román Pérez, todas familiares de víctimas mortales; Alberto Muñagorri, herido en un atentado de ETA; Cristina Ruiz, Alicia Hernández y Carmelo Sainz de la Maza víctimas de persecución cuando ocupaban cargos públicos en Ayuntamientos.
Los han acompañado Alfredo Retortillo, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Convivencia, Alberto Alonso, director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos−Gogora y Jagoba Álvarez, director de Derechos Humanos y Atención a Víctimas.
Al acto ha asistido también Montse Torija, directora general de Apoyo a Víctimas del Terrorismo del Gobierno Central; Mikel Juaristi director para la Diversidad e Inclusión, y Garbiñe Saenz de Buruaga, directora de Coordinación con las Familias y Comunidad Educativa del Departamento de Educación; Iñigo Zubizarreta, concejal y miembro del Foro de Participación de víctimas de Bilbao; Florencio Domínguez, director, y Raúl Romo, investigador, del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo; así como miembros de la Fundación Buesa, Baketik, o Bakeola.
En 2025 se cumplen 30 años de la Ponencia Oldartzen y el asesinato de Gregorio Ordoñez, que dieron paso a lo que se ha llamado ‘La socialización del sufrimiento’. Un periodo en el que ETA y su entorno social y político extendieron la amenaza, la violencia de persecución y el asesinato a amplios sectores de la sociedad vasca, con el fin de hacer callar cualquier disidencia respecto a los objetivos políticos y los métodos de la organización terrorista.
En el periodo, marcado por esta estrategia que comienza en 1995 con el asesinato de Ordoñez y se extiende hasta el cese definitivo de la violencia en 2011, ETA asesinó a 100 personas. Entre 1995 y 2008 ETA mató a 16 concejales, 11 de ellos eran concejales del Partido Popular. Muchos concejales, además, se calcula que más de 500, fueron perseguidos y amenazados; fueron más de 3000 las personas que tuvieron que llevar escolta.
El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora ha organizado esta jornada en la que víctimas y activistas, han conversado con jóvenes estudiantes sobre lo que supuso para la convivencia en Euskadi, y sobre importancia de la transmisión y del deber y del derecho de memoria.
Casi la totalidad de los alumnos y alumnas presentes en el BEC han trabajado la unidad Herenegun, por lo que conocen las graves vulneraciones de derechos humanos que han tenido lugar en nuestra historia reciente.
Para contextualizar los hechos, a modo de introducción, y promover el diálogo y la reflexión crítica sobre lo acontecido, se han emitido dos piezas de vídeo basadas en el documental ‘Voces Intimidadas’, realizado por la productora New Media Digital para EITB, en 2021, en el marco del convenio del ente con el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos−Gogora.