Caserío Asu (Andoain, Gipuzkoa)

La fosa situada junto al caserío Asu de Andoain (Gipuzkoa) se localizó gracias al testimonio de Josepa Elizondo, quien tenía 12 años cuando se produjo el enterramiento. Este testimonio fue recogido por miembros de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en enero de 2003. Los sobrinos de Josepa, Pepita Elizondo y Antonio Elizondo, ayudarían a los investigadores de Aranzadi a identificar el lugar exacto.

En la fase inicial de la Guerra Civil, entre julio y septiembre de 1936, las fuerzas fascistas avanzaron desde Navarra hacia Gipuzkoa. A mediados de agosto llegaban a Andoain. Las fuerzas sublevadas se instalaron en el municipio el 16 de agosto, y en las semanas siguientes hubo enfrentamientos entre el ejército golpista y las fuerzas republicanas por el control del monte Buruntza. El asalto definitivo a Buruntza por parte de las fuerzas sublevadas se produciría el 30 de agosto de 1936. Los enterramientos sobre los que se venía informando a Aranzadi se produjeron en el contexto de esta ofensiva. Así, a lo largo de 2003 se identificaron 4 puntos concretos en los que había serios indicios de enterramientos de víctimas caídas durante el citado episodio y se pidió permiso para excavar en ellos al ayuntamiento de Andoain. No obstante, solo se encontrarían restos humanos en la fosa del caserío Asu.

La fosa ubicada en las cercanías del caserío Asu se exhumó entre los días 20 a 24 de noviembre de 2003. Se realizó la intervención en el lugar indicado por los informantes. Los restos óseos se encontraban a una profundidad de 40 cm en posición decúbito supino con los brazos extendidos sobre el cuerpo con la mano derecha sobre la región inguinal del mismo lado y la mano izquierda sobre la zona abdominal central.

Se estimó que correspondía a un individuo masculino de edad adulta próxima a los 40 años. El grado de conservación del esqueleto era muy deficiente y se hallaba incompleto. El análisis forense determinó que este individuo recibió un disparo de pistola en la zona derecha de la cara. Se recuperó un proyectil de pistola de 9 mm deformada relacionado con la ejecución.

Junto a los restos óseos se encontraron también, hebillas metálicas correspondientes a unos tirantes, un enganche y una pinza metálicas para la sujeción de los calcetines que debía vestir el individuo, además de dos hebillas de pequeño tamaño.

Respecto a la identidad de este individuo, por la información facilitada en el caserío Asu, donde permaneció detenido, se cree probable que se tratara de un ciudadano francés, porque se comunicaba en este idioma. Supieron, además, que tenía varios hijos. Se realizaron varias investigaciones para intentar conocer su identidad, pero sin resultado.

Los restos recuperados fueron depositados. en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar, el 30 de enero de 2017, en un acto institucional organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, y presidido por el Lehendakari, Iñigo Urkullu.