Fosa del caserío Zabale (Mutriku, Gipuzkoa)
UBICACIÓN | Caserío Zabale, Mutriku (Gipuzkoa) |
VÍCTIMAS | 1 |
FECHA DE EXHUMACIÓN | 10 y 12 de octubre de 2004 |
Asensio Ansorregi, que entonces tenía 10 años, recordaba que a mediados de septiembre de 1936 fue fusilada por las tropas franquistas una persona en la inmediata proximidad de su caserío Zabale y que al parecer era vecino de Azkoitia o Azpeitia y pertenecía a las milicias vascas. Incluso recordaba que se llegó a proponer que el cuerpo quedara enterrado junto al mismo caserío decidiendo finalmente su inhumación a escasos 300 metros al sureste en un paraje de pradera con suave pendiente. Para cubrir el cuerpo fueron aprovechadas las piedras de un muro o linde de separación de terrenos que hay en el lugar. Desde entonces el terreno no ha sido removido y el lugar se identificaba con toda exactitud en la pradera.
Según el estudio histórico realizado por Iñaki Egaña, el 20 de septiembre de 1936 llegaron las tropas franquistas a Mutriku en su avance hacia Bizkaia, después de que Donostia cayera en su poder una semana antes. En Mutriku no hubo combates. Los más cercanos se produjeron la víspera, en Itziar y, en menor intensidad, en Deba. Fueron, probablemente, los más intensos desde la caída de las posiciones republicanas en Irún, dos semanas antes. En estos combates tomaron parte, desde las tropas leales, un nutrido grupo de anarquistas llegados desde Bilbao hasta Irún y que, precisamente, tuvieron una decena de bajas mortales.
La columna franquista marchó por la carretera paralela a la costa. Estaba dirigida por José Iruretagoyena, coronel natural de Lodosa (Navarra). En el lado republicano los mandos ya se habían retirado hasta Bizkaia, aunque algunos líderes sindicales se encontraban en Eibar. Es de suponer que, superadas las posiciones republicanas por los franquistas, varios milicianos fueran copados, más aún cuando desconocían el terreno.
La exhumación se desarrolló ente los días 10 a 12 de octubre de 2004. La fosa estaba excavada en el terreno natural hasta una profundidad máxima de 40 cm que alcanzaba el estrato margoso con un relleno de arcillas. Para cubrir la fosa se colocaron piedras calizas de distinto tamaño que fueron traídas desde un muro próximo, delimitador de los terrenos en la pradera.
En su interior se dispuso el cuerpo, probablemente inhumado en decúbito prono, que interpretamos durante la fase de exhumación por la localización de algunas esquirlas de hueso. El estado de conservación era muy deficiente, aunque se podía interpretar la silueta sobre el suelo.
Se recuperaron varios objetos asociados como una cadena de plata que llevaba al cuello de la que colgaba una medalla rectangular con la imagen de la Virgen de Begoña en el anverso, y la efigie del Sagrado Corazón de Jesús en el reverso. Se halló asimismo un enganche de cremallera, cinco botones metálicos con un motivo de estrella de cinco puntos y un dibujo de espiga, además de dos botones negros del pantalón.
No se pudieron valorar aspectos de patología o causa de muerte.
Se realizaron investigaciones con distintas posibilidades con el objetivo de encontrar algún dato para orientar su identidad, pero todas fueron descartadas.
Los restos recuperados fueron depositados. en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar el 30 de enero de 2017, en un acto institucional organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, y presidido por el Lehendakari, Iñigo Urkullu.