Fosa de Legina (Larrabetzu, Bizkaia)

UBICACIÓN Legina, Larrabetzu (Bizkaia)
VÍCTIMAS 1
FECHA DE EXHUMACIÓN 24 de enero de 2016

Miembros de la asociación cultural de Larrabetzu, Karraderan Elkartea, informaron de la existencia de una posible fosa en un caserío en Legina (Larrabetzu), pues los vecinos así les habían comunicado. Asimismo, Joseba Etxebarria conoció que su tío, Periko Etxebarria, encontró en 1937 un cuerpo de un combatiente en el antiguo camino, al que se le dio sepultura en el prado junto al propio talud del sendero. El lugar estuvo señalizado con una cruz que reponían cada año.

El enterramiento se encontraba junto al camino, en la base del talud. Tal y como informaron los vecinos del caserío, hallaron el cadáver en el propio camino y decidieron inhumarlo en la proximidad, en el borde de la parcela.

Durante la exhumación estuvieron presentes: Mónica Hernando, directora de Paz y Convivencia; el parlamentario Aitor Esteban; el alcalde de Larrabetzu Iñigo Gaztelu; el presidente de Fundación Sabino Arana, Juan Mari  Atutxa. Asistieron, asimismo, Joseba Etxebarria y la propietaria del caserío Legina.

Se trataba de una fosa individual de 2 m de longitud por 0,60 mm de ancho, adaptada al cuerpo. El esqueleto estaba dispuesto en posición decúbito prono, con las extremidades inferiores extendidas en paralelo. La recuperación de los huesos resultó muy dificultosa porque presentaban un grado de deterioro tafonómico importante, porque la zona se encharca fácilmente y se acumula el agua de escorrentía del camino. Solo eran visibles y recuperables el cráneo, los coxales y los huesos de las extremidades inferiores, además del húmero izquierdo y derecho. Los huesos de tórax no eran apreciables.

Como objetos asociados de la indumentaria se encontraron tres botones negros de un abrigo o gabán, un botón metálico en el área pélvica de la bragueta del pantalón. Asimismo se recuperó un cartucho Lebel de 8 por 50 mm.

Correspondía a un individuo varón adulto, de constitución robusta. Se conserva el neurocráneo y dos fragmentos del maxilar superior con varios dientes. El canino superior izquierdo estaba impactado en el palatino y no había erupcionado.

No hay ningún dato o referencia que permita orientar una posible hipótesis de identificación.

Los restos fueron depositados en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar el 9 de febrero de 2018, en un acto institucional organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora.