Fosa Intxorta (Elgeta, Gipuzkoa)

La mayor parte de Gipuzkoa había quedado bajo dominio sublevado para finales del mes de septiembre de 1936. La aprobación del Estatuto Vasco, la constitución del Gobierno Vasco el 7 de octubre y la decisión del ejército golpista de dar prioridad al frente de Madrid permitieron reorganizar los batallones republicanos en el frente norte y conformar el Ejército Vasco (Eusko Gudarostea), compuesto de batallones de diversa ideología: anarquista, comunista, nacionalista, republicana y socialista.

La línea de frente quedó estabilizada durante siete meses, desde principios de octubre de 1936 a finales de marzo de 1937, en los montes que conforman el límite occidental entre las provincias de Gipuzkoa y Bizkaia, desde Eibar a Elgeta. En abril de 1937 se reactivó el frente. La ofensiva franquista utilizó una estrategia envolvente de ataque de varios flancos, combinada con el ataque aéreo de los aviones procedentes de Vitoria-Gasteiz, el ataque de la artillería y el avance de las tropas de la IV Brigada de Navarra que ascendían desde Gipuzkoa por Bergara, se coordinó con el embate desde la zona suroeste desde Elorrio (Bizkaia). Los bombardeos contra la posición de los montes Intxortas (Elgeta) fueron muy intensos y constantes. El 24 de abril de 1937, Elgeta e Intxorta fueron tomadas por las tropas franquistas. 

En esa zona, en el monte Sagasti (Elgeta, Gipuzkoa), fue localizado el emplazamiento de un refugio o casamata en la línea defensiva del frente, gracias al testimonio de vecinos de Elgeta, entre los que se encontraba Antonio Iturricastillo, y de familiares como Javier Elizegi, que buscaba localizar a su hermano.  

Este tipo de construcciones se realizaba mediante la retirada de tierra de la ladera que se disponía en la parte anterior a modo de parapeto, de forma que se habilitaba un espacio intermedio. Este se cubría con un techo fabricado con un entramado de troncos revestido con tierra, que permitía camuflarlo y reducir su visibilidad en los ataques de la aviación enemiga.

El impacto de una bomba destruyó la casamata entre el 22 y 24 de abril y sepultó en su interior a varios combatientes. Durante la exhumación, realizada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi en 2004, se hallaron parte de los troncos que cubrían el refugio, así como los restos de cinco combatientes que murieron sepultados por el colapso del techo de la casamata donde se encontraban y el posterior incendio.

Dibujo esquemático de la casamata en la línea de defensa de Intxorta (Gipuzkoa). Colapso producido por el impacto de un obús

En la excavación se descubrió, asimismo, la base de un mortero Valero del cañón de defensa, que fue fabricado en la empresa Esperanza y Cia. (ECIA) de Markina (Bizkaia), así como un envoltorio de pólvora para su ignición. Ambos hallazgos confirmaron la finalidad del refugio como estructura defensiva.

Los restos óseos humanos de cinco soldados estaban incompletos. Se realizaron pruebas genéticas para intentar su identificación, porque se disponía de una lista de combatientes que murieron en esta zona durante esos días, pero no se obtuvieron resultados.

Fueron depositados en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar el 30 de enero de 2017.