Cementerio de Orduña 1 (Urduña/Orduña, Bizkaia)

UBICACIÓN Cementerio de Urduña/Orduña (Bizkaia)
VÍCTIMAS 14
IDENTFIFICACIONES 1
FECHA DE EXHUMACIÓN 30 y 31 de agosto de 2014

Francisco de la Cruz Orellana natural y vecino de Quintana de la Serena (Badajoz), es una víctima de la prisión franquista de Orduña. Agricultor, casado, padre de 2 hijos, fue detenido y tras pasar por varias prisiones en Badajoz, fue trasladado a la Prisión Central de Orduña el 31 de enero de 1940. Murió algo más de un año después, el 17 de abril de 1941, cuando tenía 68 años. Si bien sus restos fueron exhumados del Cementerio de Orduña en 2014, su familia, residente en Mallabia (Bizkaia), contactó con Gogora en 2022, a raíz de la noticia de la exhumación de nuevos restos en el cementerio de la localidad. El cotejo de las muestras de ADN ha permitido identificarle. Sus restos fueron entregados a la familia el 20 de diciembre de 2023, en el Columbario de Orduña.

El colegio de los PP. Jesuitas de Orduña (Bizkaia) se habilitó como campo de concentración de miles de combatientes republicanos que habían sido apresados en el avance del ejército franquista, particularmente después de junio de 1937 con el control sobre Bizkaia. En octubre de 1939 el campo de concentración se transformó en prisión central hasta su cierre definitivo en verano de 1941. Trasladaron prisioneros de otras cárceles o campos de concentración, como el de Castuera (Badajoz).

Las malas condiciones de higiene, alimentación y salubridad en la prisión provocaron una alta mortalidad en los presos. Entre 1937 y 1941 fallecieron 225 personas, 27 de ellas en el campo de concentración, y fueron enterradas en el cementerio de la localidad.

Un gran porcentaje de los fallecidos procedía de Extremadura, particularmente de Badajoz, así como de Ciudad Real, Málaga y Tarragona. A solicitud del Ayuntamiento de Orduña se llevó a cabo una exhumación en una zona del cementerio para confirmar la presencia de las inhumaciones de los presos fallecidos.

Consultar el listado  Víctimas mortales del Campo de Concentración y Prisión de Orduña 1937-1941 (PDF, 668 KB) (abre en nueva ventana) y   Víctimas mortales del Campo de Concentración y Prisión de Orduña 1937-194 (XLSX, 32 KB) (abre en nueva ventana)1

Los enterramientos exhumados estaban situados en el pasillo situado a la derecha del acceso, entre dos filas de nichos dispuestos uno en el muro exterior y otro en el interior. Las tumbas estaban alineadas en dos filas paralelas que se extendían 14,60 m. Se descubrieron siete sepulturas en cada una de las hileras con un total de catorce tumbas exhumadas.

Las sepulturas eran individuales. Todos estaban inhumados en féretro de madera de pino y colocados en su interior en posición decúbito supino, con los brazos flexionados sobre el tórax o sobre la cavidad abdominal. Las extremidades inferiores estiradas en paralelo, a excepción de un caso (Individuo 3), que tenía flexionadas, posiblemente por falta de espacio.

Todos eran varones de edad adulta: tres de edad adulta joven, cuatro de edad adulta madura y siete, adulto sin mayor precisión.

El número y variedad de los objetos asociados fue muy limitado. Se trataba de elementos de la ropa como hebillas y cinturones, botones de camisa o de los pantalones y minas de lapicero. Fueron excepcionales un anillo de oro, tipo alianza, en el 4º dedo de la mano derecha del Individuo 12 o una ficha de juego de cerámica, localizada junto al coxal derecho del Individuo 3, o las fundas de plástico de un documento o fotografía que ha desaparecido junto al Individuo 6.

Existe registro de las personas que fallecieron en el campo de concentración y posterior prisión que les identifica con nombres y apellidos. Aun así, los diferentes cotejos de ADN no habían dado resultado positivo hasta 2022, cuando la familia de Francisco de la Cruz Orellana contactó con Gogora, a raíz de la noticia de la exhumación de nuevos restos en el cementerio de la localidad, y finalmente, se pudo llevar a cabo la identificación.

Los restos fueron depositados en el Columbario de la Dignidad de Orduña, el 28 de julio de 2022, el día de su inauguración, en un acto institucional organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora y el Ayuntamiento de Orduña.

    

El 20 de diciembre de 2023, los restos de Francisco de la Cruz Orellana fueron entregados a la familia, desde entonces reposan en el cementerio de su localidad natal, Quintana de la Serena (Badajoz).