Sima el Raso de Urbasa (Navarra)
UBICACIÓN | Sima de El Raso, Parque Urbasa-Andia (Navarra) |
VÍCTIMAS | 10 |
Nº VÍCTIMAS IDENTIFICADAS | 1 |
FECHA DE EXHUMACIÓN | 23 a 29 de marzo de 2013 |
José Urbizu Berastegi, (1916 Zegama, Gipuzkoa – 1936 Amescoa Baja, Navarra). De profesión carbonero y trabajador forestal. Su padre, Martín Urbizu Otaño había desaparecido entre el 6 y 7 de agosto de 1936 (1). El día 8, José Urbizu se dirigió a la Sakana (Navarra) para preguntar por el paradero de su padre. Fue detenido y obligado a introducirse en un coche. Le trasladaron a la Sierra de Urbasa. Se negó a salir del auto porque sabía cuál iba a ser su destino. Le dispararon en el tórax y en la cabeza cuando aún estaba sentado en el interior del coche. Su cuerpo fue precipitado a la sima de El Raso de Urbasa el 8 de agosto de 1936.
(1) Fue fusilado y enterrado por los vecinos en la zona conocida como Errebuelta Txikia en Etxegarate.
A solicitud de Balbino García de Albizu, nieto de una las víctimas asesinadas en la Sima de El Raso de Urbasa (Navarra) y de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA) se realizó la exploración de la sima y la exhumación de los restos humanos en ella hallados.
La sima se sitúa en una amplia hondonada a la derecha de la carretera NA-7182 que atraviesa el raso de Urbasa. Se trata de una cavidad vertical de unos 10 m que se abre en una sala espaciosa de más de 40 m de diámetro. Varios miembros del grupo de Espeleología de Estella en una exploración de la cavidad habían observado restos humanos y dieron noticia del hallazgo. Asimismo, los pastores de la zona recordaban que en otoño de 1936 varias personas habían sido ejecutadas y arrojadas al fondo de la sima. Se tenía el conocimiento de, al menos, tres víctimas cuyos nombres fueron inscritos en una estela que se puso con ocasión del cierre de la abertura de la sima en 1956.
El equipo de exhumación llevó a cabo una primera exploración el día 23 de marzo de 2013 y la exhumación propiamente se desarrolló entre los días 27 a 29 del mismo mes.
Se descubrieron varios grupos de huesos humanos, algunos en conexión anatómica, pero también dispersos y mezclados, de un total de 10 individuos distintos. Los cadáveres habrían sido arrojados por la vertical de la sima para rodar por el plano inclinado del cono de derrubios existente hasta el fondo de la misma y alcanzar casi el contacto con la pared. Al menos en dos casos los restos se encontraban dispersos en el plano inclinado lo que da idea de que quedaron retenidos en este punto sin llegar al fondo. En otras ocasiones los restos se encontraban entre las piedras que hubo que retirar. Los diez individuos estaban parcialmente agrupados en conjuntos dispuestos de manera radial en el canal situado entre la pared de la cavidad y la base del cono de derrubios.
Se recuperaron también restos óseos de cinco perros, uno de los cuales estaba completo. Por acción de los perros los restos óseos humanos presentaban claras marcas de carroñeo.
El Individuo 10 corresponde a un varón adulto joven, de edad estimada entre los 20 y los 25 años. El cráneo presentaba una pérdida de hueso en la región parieto-frontal izquierda, que se interpretó como un orificio de entrada de proyectil de arma de fuego. Asimismo, en el borde de la zona media del esternón se advirtió un recorte en escotadura que estaría en relación con un canal y rotura perimortem en la cara posterior. Se trataría del canal de tránsito de un proyectil de arma de fuego que atravesó el esternón y el tórax de delante atrás, de izquierda a derecha y con trayectoria descendente.
Por lo tanto, presentaba dos lesiones por proyectil de arma de fuego, en el territorio cefálico y en el tórax.
Existen relatos publicados en el libro de "Navarra. 1936" de Altaffaylla y testimonios recogidos a familiares directos que informaron de las circunstancias en la que fue asesinado José Urbizu Berasategi, que eran concordantes con las que presentaba el Individuo 10, en edad, y lesiones en el esqueleto. Se realizaron las pruebas genéticas que ratificaron esa orientación identificativa.
El 7 de junio de 2015 se celebró en el Ayuntamiento y en el cementerio de Zegama un acto de homenaje en el que se hizo entrega de los restos a la familia. Estos fueron posteriormente inhumados en un panteón del cementerio de Zegama llamado "Oroimenaren Txokoa", que homenajea a los vecinos de Zegama víctimas de la represión franquista.
En el acto estuvieron presentes, además de familiares y vecinos, el diputado general de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Martín Garikano; la alcaldesa de Zegama, Edurne Albizu; la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro y la directora de Convivencia y Derechos Humanos de la Diputación de Gipuzkoa, Marina Bidasoro.