Fosa de Iragorri (Oiartzun, Gipuzkoa)

En el lugar conocido como Iragorri, junto a la carretera de subida al parque de Artikutza (Km 4), en el término municipal de Oiartzun se sabía que habían sido enterradas varias personas, tras ser asesinadas en octubre y noviembre de 1936. Este emplazamiento se sitúa en el ángulo interno de una curva muy pronunciada de la carretera en una zona caracterizada por abundante vegetación de robles y acacias.

El emplazamiento de Iragorri fotografiado por Jesús Elosegui en 1942. Se encuentra vallado en la pequeña elevación a la derecha de la carretera (Foto Archivo Sociedad de Ciencias Aranzadi).

En el fondo documental de Jesús Elosegui, fundador de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, existen varias fotografías del lugar realizadas en 1942 con el título "Oyarzun ilerria". Así pues, era conocida la existencia de una o varias fosas en dicho emplazamiento.

De hecho, en 1960 se efectuó una exhumación en este lugar porque se conocía que una de las posibles personas fusiladas y enterradas podría ser el cura del barrio de Marin de Eskoriatza, Jorge Iturricastillo, que fue detenido y sacado con otras personas presas de la cárcel de Ondarreta de Donostia y asesinado el 7 de noviembre de 1936.

En la primera página del número 3264 de Eusko Deya se recoge la exhumación, y cómo esta se detuvo cuando descubrieron la sotana, las gafas y la pluma estilográfica del sacerdote, pero también se menciona el hallazgo del calzado de una mujer. En similares términos está descrito en el texto de José de Arteche, publicado en 1977, "Un vasco en la postguerra. Diario 1939-1971".

La Asociación "Kattin-txiki" de Oiartzun, que toma el nombre de la denominación dada a este lugar, promovió la búsqueda y localización de los enterramientos clandestinos. En febrero de 2007 se llevó a cabo una prospección con georradar en la zona, sin resultado. Gracias a la tenacidad del grupo Kattin-txiki se consiguió localizar la ubicación de dos fosas distintas en 2007.

Entre los días 28 y 29 de agosto de 2007 se procedió a la exhumación. El terreno estaba muy alterado, pero se consiguió distinguir una fosa rectangular de 2 m de largo por 1 m de ancho, por el nítido contraste de la tierra oscura del interior de la fosa con el circundante.

Aunque los restos óseos estaban degradados y desplazados, se pudo hacer una interpretación aproximada de la disposición de los cuerpos. El precario estado que presentan los restos limitó el análisis antropológico. Se recuperaron diáfisis de huesos largos de las extremidades superiores e inferiores, tres coxales y varios fragmentos de cráneos. También se hallaron tres grupos de prótesis dentarias con tratamientos dentales de oro. Se estimó que correspondían a un número mínimo de cinco personas. De estos, al menos tres eran masculinos.

Entre los objetos hallados destacan un par de zapatos de cuero, un par de suelas de zapato con tacón, además de unas botas. Además de estos se recuperaron dos txapelas negras muy degradadas, dos gemelos rectangulares, una medalla de aluminio ovalada de la Virgen Milagrosa, tres monedas de 5 céntimos de Alfonso II de 1879, una cremallera y dos hebillas de cinturón. Asimismo se encontró un enganche metálico de sujeción de medias o calcetines.

También se localizaron cuatro vainas de munición Máuser y un cartucho, dos proyectiles de plomo deformados y proyectil esférico de plomo de un arma de avancarga.

La fosa en fase de excavación.

Arriba, ubicación de los restos y objetos asociados: 1 Enganche. 2 Gemelos. 3 Txapela. 4 Monedas. 5 Hebilla. 6 Enganche cremallera. 7 Hebilla. 8 Txapela. 9 Calzado. Abajo, interpretación de la distribución de los restos en el interior de la fosa.

Por el momento no ha sido posible identificar los restos hallados en esta fosa.

Los restos fueron depositados en la cripta que el arquitecto Luis Peña Ganchegui construyó en el cementerio de Oiartzun en 1977 en homenaje a las víctimas de la Guerra Civil. Allí habían sido, asimismo, trasladados los restos procedentes de Iragorri exhumados en 1960.