Fosa de San Roque en Monte Artxanda (Bilbao, Bizkaia)

Durante los días previos a la entrada de las tropas franquistas en Bilbao, que se produjo el 19 de junio de 1937, el cordón montañoso que se extiende entre los montes Abril y Ganguren se vio sometido a una gran actividad bélica. Tanto los bombardeos constantes como los combates dejaron más de un centenar de muertos y muchos de sus cadáveres quedaron enterrados en improvisadas fosas. Algunos fueron inhumados por los propietarios de los caseríos de la zona, según los testimonios recogidos.

En los trabajos de tala y reforestación de árboles en la ladera norte del monte Artxanda, en un área próxima a la ermita de San Roque,  se expusieron varios restos humanos bajo el tocón de un árbol. Se notificó al Instituto Gogora y a la Sociedad de Ciencias Aranzadi para proceder a la correspondiente exhumación.

Se determinó que la fecha de intervención fuera el 10 de septiembre de 2016. Ese día acudieron varias autoridades, entre las que se encontraba el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto; el fiscal general del País Vasco, Juan Calparsoro; la directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno Vasco, Mónica Hernando; la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro; el presidente y la directora de la Fundación Sabino Arana, Juan Mª Atutxa e Irune Zuloaga; además de concejales y otros cargos representativos.

Los restos humanos se descubrieron entre las raíces de un tronco de árbol que había sido talado. Se conservaba un reducido número de restos óseos, porque el crecimiento y desarrollo de las raíces habían alterado el enterramiento inicial y habían contribuido al deterioro, degradación e incluso desaparición de los restos.

Solo se pudieron recuperar un húmero derecho completo, fragmentos de las diáfisis del antebrazo y un fragmento de la escápula derecha que se hallaba en conexión anatómica con el húmero.

A su alrededor se recuperaron un peine de cartuchos Máuser, varios cartuchos sueltos, dos hebillas de correajes y  un trozo de cinturón, además de una moneda.

No hay elementos o documentación que faciliten una orientación identificativa.

Los restos fueron depositados en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar en 2018.