Fosa Etxaguen (Zigoitia, Araba/Álava)

UBICACIÓN Etxaguen (Zigoitia, Araba/Álava)
VÍCTIMAS 12
Nº VÍCTIMAS IDENTIFICADAS 3
FECHA DE EXHUMACIÓN 2 a 5 de abril de 2013

Eugenio Erostarbe Fernández de Mendiola ( 1910 Retana, Araba/Álava– 1936 Zigoitia, Araba/Álava ) era el mayor de seis hermanos-as, trabajó como maquinista del ferrocarril, de hecho, toda la familia trabajaba en la línea del ferrocarril Vasco-Navarro, por lo que iban cambiando de residencia a lo largo de las diferentes estaciones. En el momento de la sublevación militar, la familia residía en Legutio y los dos hermanos, Eugenio y Cirilo, afiliados de la UGT, se movilizaron para luchar contra la sublevación militar. Eugenio lo hizo en el batallón nº5 Meabe-4 “Unión de Hermanos Proletarios” y murió el 13 de diciembre de 1936 en Zigoitia y su hermano Cirilo en el batallón Dragones; de éste último se conoce que murió en la zona de Intxorta (Elgeta) pero no se han podido recuperar sus restos.

Pedro Echegaray Goyenechea (1909 Gamiz-Fika, Bizkaia – 1.936 Zigoitia, Araba/Álava) vecino de Basauri (Bizkaia), estaba casado con Felipa Larrabide Gorostiaga, con quien tuvo un hijo. De profesión jornalero, estuvo afiliado a la UGT. Se alistó en el batallón nº5 Meabe-4 “Unión de Hermanos Proletarios” y murió el 13 de diciembre de 1936 en el denominado frente de Elosu (Araba/Álava).

Andrés Méndez Oroquieta (1913 Sestao, Bizkaia – 1936 Zigoitia, Araba/Álava) vecino de Sestao, durante la Guerra Civil fue miembro del batallón nº5 Meabe-4 “Unión de Hermanos Proletarios” y murió el 13 de diciembre de 1936 en el denominado frente de Elosu (Araba/Álava).

El Concejo de Etxaguen (Zigoitia, Araba/Álava), a instancia de Félix Placer, párroco de la localidad, solicitó a la Sociedad de Ciencias Aranzadi la localización y, en su caso, exhumación de una posible fosa de soldados muertos en el frente que se conocía podía existir a partir de la información aportada por un vecino del municipio, Ramón Ochoa.

Durante la Batalla de Villarreal, que se desarrolló entre el 30 de noviembre y el 24 de diciembre de 1936, se produjeron un gran número de bajas en las zonas de Nafarrate, Elosu, Zestafe, Acosta y Murua, entre otros.

En esas fechas, el bando franquista obtuvo información sobre la ubicación de un caserío de Acosta donde se alojaba una compañía de milicianos. Ello sirvió al ejército franquista para lanzar un ataque con mortero sobre la posición, con el resultado fatal de 14 milicianos muertos y 6 heridos.

En el proceso de investigación sobre este hecho se recogieron varios testimonios de vecinos de la zona en los que se infomaba que, en diciembre de 1936, se trasladaron desde Acosta varios cadáveres en un carro hasta la parte posterior de la ermita de San Pedro de Gorostiza de Etxaguen, donde fueron enterrados en una zanja longitudinal.

Gracias a las aportacione de los vecinos y otras fuentes documentales parecía confirmado que el 13 de diciembre de 1936 murieron 14 milicianos cuando se encontraban en la cocina de un caserío de Acosta porque una bomba franquista impactó (entró por la chimenea) en el mismo. Los cadáveres de los milicianos de la 4º compañía del batallón Unión de Hermanos Proletarios fueron trasladados en un carro de bueyes hasta la parte trasera de la ermita de San Pedro de Gorostiza en Etxaguen (Zigoitia, Araba/Álava)

La prospección de búsqueda de la fosa en el lugar indicado tuvo lugar los días 21 y 22 de marzo de 2013. Como las fuentes habían indicado la fosa se hallaba a 4 m del ángulo noreste de la ermita.

La fosa se encontraba en sentido perpendicular al antiguo camino y muy próximo a este. De hecho, la ampliación de la carretera A3608, ensanchada y recrecida en altura cubría en parte la fosa, que en origen se encontraría en la anterior cuneta. Así pues, el talud de la actual carretera la cubre en parte. Esta circunstancia ha impedido la exhumación completa de fosa, y un extremo habría quedado bajo el talud y la carretera actual. Es por ello que se exhumaron únicamente 12 de los 14 individuos que sabemos que fueron enterrados allí.

Las dimensiones de la fosa expuesta fueron 2,5 m de largo por una anchura de 1,80 m, ajustada a la disposición transversal de los cuerpos en la misma.

Los diez individuos estaban colocados en posición decúbito prono, de manera alternada. En esta coincidencia cabe pensar que hubo premeditación, pues los cadáveres no fueron llevados al cementerio, que se encuentra a 300 m de distancia, y se optó por cavar una fosa específica y colocarlos boca abajo. También el Individuo 11 estaba boca abajo, colocado en sentido perpendicular. No es posible precisar la disposición del Individuo 12.

De los 12 individuos exhumados, solo nueve de ellos están bien representados, pues de los tres restantes se han recuperado un número escaso de restos. Todos ellos son de sexo masculino, de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, a excepción de uno que se estima superaría los 40 años.

Al menos, cinco de ellos presentan lesiones en el cráneo. Se trata de pequeños defectos óseos producidos por impacto de objetos de alta energía de fuera hacia dentro. Estos objetos podrían ser trozos de metralla generadas por una explosión. Además, dos de los individuos mostraban orificios de entrada de proyectil u otro objeto de sección circular.

La fosa expuesta en parte, continúa bajo el talud (2013).

Los restos humanos expuestos. Bajo el talud de la carretera, a la derecha, continúa la fosa.

Disposición de los individuos boca abajo. Esta diferenciado el Individuo 1.

La exhumación no posibilitó la recuperación de todos los restos como consecuencia de que la fosa fue parcialmente cubierta con motivo de la ampliación y reforma de la carretera realizada en época reciente.

La búsqueda de posibles familiares de los milicianos muertos está siendo complicada, pero, a pesar las dificultades se ha conseguido identificar y poner nombre a tres de los individuos. Así el Individuo 1 correspondería a Eugenio Erostarbe Fernández de Mendiola.

El número 4 sería Pedro Echegaray Goyenechea, que falleció a los 27 años.

El Individuo 9 sería Andrés Méndez Oroquieta.

Uno de los esqueletos que no ha podido recuperarse correspondería, posiblemente, a Juan Ocerinjauregui Iturriaga que murió también en aquella explosión. Su hermano Nicasio contó que: "Juan fue asesinado en el frente de Legutiano, junto a 15-16 gudaris cuando estando en la cocina de un caserío les lanzaron un mortero por la chimenea (13 de Diciembre de 1936, Santa Lucia). El día anterior, habían estado en Bilbao de permiso y se disponían a realizar una comida con lo que habían recopilado. Les faltaba leña por lo que mandaron a los más jóvenes a por ella. Entre estos se hallaba un tal Aramburu (nacido en 1916), con el que Nicasio coincidió en un batallón disciplinario. Cuando los dos jóvenes estaban en el pasillo estalló el mortero, siendo los únicos supervivientes".

Los restos de Eugenio Erostarbe Fernández de Mendiola, Pedro Echegaray Goyenechea, Andrés Méndez Oroquieta y del resto de los individuos no identificados fueron reinhumados en el cementerio de Etxagüen el 3 de octubre de 2014.