Fosa Ziardamendi (Elgoibar, Gipuzkoa)

Los montes de Elgoibar fueron testigo de algunos de los episodios más importantes de la Guerra Civil en Euskadi. Tras la caída de Donostia el 13 de septiembre de 1936, y un avance fulgurante por territorio gipuzkoano, las tropas franquistas entraron en Elgoibar el 21 de septiembre. Tras la toma del municipio, los últimos días de septiembre de 1936 la guerra se trasladó a la zona de Kalamua, Urkaregi, Zirardamendi y Aiastia (San Migel), donde gudaris y milicianos consiguieron paralizar el avance sublevado.

Los combates se iniciaron en esta zona a partir del 23 de septiembre y se alargaron durante días.  El día 24, gudaris del batallón Arana Goiri (concretamente la compañía Garaizabal y dos secciones de la compañía Zubiaur), subieron al alto de Urkaregi para luchar contra los requetés. Allí se unieron a compañías socialistas y anarquistas, a los soldados del Garellano, a los guardias de Asalto y a otros gudaris.  El 25 de septiembre continuaron los combates en la zona de Urkaregi y Aiastia (San Migel), en los que se produjeron 7 bajas.  Para el 28 de septiembre las fuerzas sublevadas ocupaban Kalamua, Urkaregi, Aiastia (San Migel) y Arrate. Los enfrentamientos continuaron hasta que finalmente, el 8 de octubre, el frente quedó estabilizado, permaneciendo estático durante 7 meses. En total, doce gudaris y milicianos fallecieron durante estos episodios.

Mientras estos jóvenes luchaban y morían para detener el avance franquista, el 1 de octubre las Cortes republicanas aprobaban el Estatuto de autonomía para Euskadi, y el 7 de octubre el Lehendakari José Antonio Aguirre juraba su cargo en Gernika.

Tras la guerra, en plena dictadura, José María Otxoa de Txintxetru y José Landa, antiguos gudaris del Batallón Sabino Arana (PNV), comenzaron a visitar la zona de Zirardamendi para homenajear a los compañeros muertos en esa zona. En 1952 colocaron una cruz cerca del lugar donde se produjeron los enterramientos. En 1982, José María Otxoa de Txintxetru y José Landa, exhumaron los restos mortales de 6 gudaris enterrados en dos fosas situadas sobre Zirardamendi y sus restos fueron trasladados al cementerio de Derio. Según la información publicada en el diario Deia se los restos exhumados correspondían a Paulino Beraza Madariaga, Felipe Elorriaga Larrea, Blas Larrazabal Inunciaga, Juan Zabala Loza, Ambrosio Echevarria Uriarte y José Chinchurreta Zamacona.[1].

[1] Noticia publicada en el periódico Deia el 9 de julio de 1982.

La fosa de los cuatro combatientes fue realizada en la ladera Norte del monte Ziarda en un lugar de fuerte inclinación donde existe actualmente un arbolado de pinos. De hecho, se aprecia un área de explanación de reducido tamaño, que se cree  fue usada antiguamente como plataforma de una txondorra.  Los cuerpos fueron inhumados a 1 m de profundidad en un terreno arcilloso y blando con abundante materia orgánica vegetal.

Los restos fueron colocados de forma longitudinal sobre un estrato plano de marga quebradiza propia del lugar, ocupando una longitud de 3,80 m y una anchura de 1 m. Todos ellos se encontraban en posición decúbito supino, opuestos entre sí y sin superposiciones, apenas contactando en la zona de los pies.

Los restos óseos no presentaban un grado de conservación bueno debido a la humedad y acidez del suelo.

El Individuo 1 correspondería a un varón adulto joven de edad no superior a los 30 años. Relacionada con la causa de muerte tenía una lesión de 42 mm de longitud en forma de canal con una anchura de 21 mm sobre la región parietal derecha que puede atribuirse a una fractura por paso de proyectil de arma de fuego de forma tangencial.

Individuo 2: Masculino adulto joven de edad cercana a los 20 años. Fracturas craneales con predominio en la región posterior afectando al parietal izquierdo y occipital.

Individuo 3: Masculino adulto joven de edad cercana a los 20 años. Fracturas craneales con predominio en la región frontal izquierda y occipital.

Individuo 4: Masculino adulto joven. Fracturas múltiples craneales que irradian desde adelante atrás.

Con respecto a las lesiones traumáticas, se constata la existencia de trauma craneal con fracturas en todos los casos como consecuencia de impacto directo de proyectiles de arma de fuego.

El 21 de septiembre de 2014 se celebró un acto de homenaje a todos los gudaris fallecidos en Ziardamendi, organizado por el Ayuntamiento de Elgoibar con la colaboración de Sabino Arana Fundazioa, la Asociación Santxo de Beurko y S. C. Aranzadi, en el alto de San Miguel, con asistencia del Lehendakari Iñigo Urkullu y los consejeros del Gobierno Vasco, la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Mónica Hernando, además de la presencia de varios gudaris que intervinieron en la guerra, familiares y un gran número de asistentes que quisieron acompañar en el homenaje.

Fosa de Ziardamendi (Elgoibar, Gipuzkoa).

Tras la toma de muestras óseas y el cotejo con familiares de los posibles combatientes muertos, investigados en la documentación histórica de partes de bajas y diarios de campaña, se pudo establecer la identidad del Individuo 2 como Sabin Atutxa Olabarria y la del Individuo 3, como Eusebio Gaubeka Guibelondo, que fallecieron el 25 de septiembre de 1936.

Los restos de Sabino Atutxa Olabarria, y los invidividuos 1 y 4 fueron depositados en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar el 30 de enero de 2017 en un acto institucional organizado por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, y presidido por el Lehendakari, Iñigo Urkullu.

Los restos Eusebio Gaubeca Guibelondo fueron entregados a la familia.