Sima de Kurtzetxiki (Arrasate/Mondragón, Gipuzkoa)
| UBICACIÓN | Sima de Kurtzetxiki (Arrasate, Gipuzkoa) |
| VÍCTIMAS | 2 |
| FECHA DE EXHUMACIÓN | 6 de octubre de 2002 |
En la década de los 70, el Grupo de Espeleología Besaide recuperó un cráneo en el fondo de la sima de Kurtzetxiki, en el barrio de Bedoña, en el término municipal de Arrasate / Mondragón (Gipuzkoa). En aquel momento se interpretó que podría tratarse de restos óseos humanos prehistóricos relacionados con un enterramiento sepulcral. Sin embargo, en 1988, en una nueva inspección espeleológica se localizaron otro cráneo, botas de cuero y tachuelas de época reciente.
Así, en el marco del Convenio firmado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Gobierno Vasco, y la participación del Ayuntamiento de Arrasate / Mondragón, se llevó a cabo una exhumación en octubre de 2002. La sima consiste en un salto vertical de 6 m, con una fuerte pendiente en una cuesta de derrubios de unos 20 m que desciende hasta el fondo. En la zona inferior y media de esa pendiente se encontraban los restos óseos humanos.
Se trataba de dos milicianos fallecidos en septiembre de 1936, durante los combates previos a la toma de Arrasate / Mondragón por parte de los soldados de la columna que mandaba el teniente coronel de infantería Camilo Alonso Vega. Esta columna, procedente de Vitoria-Gasteiz, pertenecía al Regimiento Flandes número 5, con sede en la capital alavesa. La sección de ataque estaba al mando del comandante Galbancho (constituida por 3 compañías de infantería, una sección de ametralladoras, una sección de máquinas, una compañía de Guardias de Asalto y un grupo de transmisiones), que se adentró por el valle de Lenitz y tras tomar sucesivamente el puerto y los montes de Arlaban, Aitzorrotz y Goronaeta, alcanzó el 25 de septiembre las inmediaciones que dominan Arrasate/Mondragón, como son Bedoña y Urkimendigain1.
Miguel Bolinaga vivía en el caserío Garaikoa de Bedoña y en 1936 tenía 15 años. El recordaba los combates en las proximidades de su casa:
"Llegaron a nuestra casa -relata Miguel- totalmente ignorantes de que las tropas franquistas ya se habían establecido en Bedoña. Como eran castellanoparlantes, mi abuela, que hablaba perfectamente castellano, les advirtió enseguida del peligro que corrían y les aconsejó que salieran ocultos por el bosque y caminaran campo a través hasta Mondragón». La abuela de Miguel Bolinaga no olvidó alertarles de la presencia de sendos nidos de ametralladora situados uno en el campanario de la iglesia y otro en el caserío Sologaisto. Miguel Bolinaga no ha olvidado en estos 66 años la discusión que estos dos milicianos mantuvieron antes de salir de su casa: «uno insistía en ir campo a través y el otro le contestaba déjate de tonterías y vamos por el camino2".
Optaron por ir por el camino y fueron abatidos. Los baserritarras recogieron los cadáveres sobre un carro de bueyes y los arrojaron a la sima, como acostumbraban hacer con los animales que morían en el monte. Así, en la sima se han recuperado también una gran cantidad de restos óseos de vacas, ovejas, caballos y cabras.
1 Pedro Barruso en su libro “Verano y revolución. La Guerra Civil en Gipuzkoa (Haranburu Editor, 1996): “La última posición en manos de los republicanos, y que cierra la defensa de Mondragón, es el monte Kurtzetxiki, que es batido por la artillería y las ametralladoras de la columna (de Galbancho) desde Coregain (sic) y Bedoña. El monte es tomado al asalto por dos compañías (de infantería). A continuación, las tropas situadas en las inmediaciones se lanzan sobre Mondragón, que es ocupado a primera hora de la tarde del día 26 de septiembre de 1936».
2 Kepa Oliden recoge en la crónica periodística publicada en el Diario Vasco el 29-09-2002.
Los restos óseos fueron recuperados en la pendiente de interior de la sima.
Esquema de la cavidad en perfil y planta. Kurtzetxiki (Gipuzkoa).
El Individuo 1 se encontraba semienterrado y bajo restos óseos de fauna doméstica. Estaba en posición decúbito supino con la extremidad superior izquierda cruzada bajo la cabeza en la superficie de la galería y parcialmente cubierto por desperdicios y tierra. Correspondería a un individuo masculino, de edad adulta madura, superior a los 40 años. En relación con la causa de muerte presentaba diversas lesiones que serían compatibles con el paso de proyectiles de arma de fuego. En primer lugar destacaba una perforación redondeada en la región posterior del parietal derecho de 27 mm de diámetro mayor por 9 de diámetro menor en forma de tronco de cono con mayor pérdida de hueso en la tabla interna y que se corresponde con el impacto tangencial de un proyectil que habría penetrado en la cavidad craneal oblicuamente. La 9º vértebra dorsal presenta una perforación con pérdida de hueso en la zona del pedículo derecho y apófisis transversa del mismo lado con un diámetro de entre 7 a 8 mm que corresponde al paso de un proyectil de arma de fuego con una dirección de delante atrás y de derecha a izquierda. Dicha vértebra se encuentra rasgada longitudinalmente en la apófisis transversal.
Vértebra dorsal con lesión perforante por el paso de un proyectil de arma de fuego. Kurtzetxiki (Gipuzkoa).
En definitiva, los tres impactos de arma de fuego habrían alcanzado al individuo por delante y desde el lado derecho con una trayectoria ligeramente descendente.
Perforación por impacto tangencial de proyectil de arma de fuego (Individuo 1).Interpretación de las trayectorias de tres impactos de arma de fuego. Kurtzetxiki (Gipuzkoa).
El Individuo 2: se hallaba disperso en la parte inferior de la galería y en la rampa. Correspondería a un individuo subadulto, de edad inferior a los 20 años. A este individuo se asociaron los restos de una bota izquierda de cuero con suela de tachuelas característica de la época. No resultó posible interpretar la causa de su muerte ya que se encontraba muy incompleto y en los escasos restos conservados no se evidenciaban lesiones.
Bota izquierda con tachuelas que corresponde al Individuo 2. Kurtzetxiki (Gipuzkoa).
No se disponen de aspectos o detalles que pudieran orientar hacia una identificación.
Fueron depositados en el Columbario de la Dignidad de Elgoibar el 30 de enero de 2017.